Puede que a veces falle o haga saltar los plomos, te ruego paciencia. Puede también que tengas que recomponer sus pedazos. Seguro que será necesario entenderlo. Escucharle y tratar de averiguar lo que quiere decir realmente. Que por la boca, a veces dice lo contrario y otras sin pensarlo.
Puede que cuando lo tengas entre las manos decidas devolverlo, dale una segunda oportunidad. Puede que al entrar a vivir, en el descubras algunas cosas que no lograste ver a simple vista, pero su propietario prefirió ocultarlas con algunos muebles por tal de que te quedaras con él sin dudarlo. No lo tomes como un engaño, tan solo como la necesidad de volver a sentir la vida de unos pasos sobre el suelo desgastado. Que sus paredes agrietadas, sean eso, tan solo paredes con falta de una mano de pintura.
Puede que cuando abras este corazón el polvo se haya acumulado. Lleva tiempo sin funcionar y la última vez que lo hizo, creyó latir pero en realidad estaba parado.
Pueda que cuando te hayas decidido por él, yo no pueda advertirte. Así que cuidarlo con volverlo a romper.
