miércoles, febrero 29, 2012


Una de mis cosas favoritas es escribir; escribir aquí, en este blog cargado de locuras y compartido sin pudor. En este tiempo muchas cosas se han quedado sin escribir, son secretos. Otras en cambio, gritadas sin arrepentimiento. Textos que han nacido muertos y otros que han ido muriendo de tanto releerlos cientos de veces. Palabras desde el corazón, espontáneas en defensa de lo invisible. Palabras vacías de nada y repletas de posibilidades. Esperanzas forjadas en escudos. Escritos manufacturados en mi cabeza socarrona que quiere y busca respuestas, en madrugadas donde la inspiración asalta casi a oscuras. Palabras encontradas en carteles que no piden nada a cambio.

Me enternece la esperanza. Me ilusionan las cosas que haces con Amor y entrega. Me gustan los que devoran libros y artículos de Internet en busca de respuestas. Me atraen aquellos locos, que lo son a diario y lo disfrutan a diario. Me fortalece cada paso dado. Me imagino en color ante lo oscuro. Me indigno con los que se indignan. Me contagio de los locos optimistas. Me asombran los que no se dan por vencidos y luchan por ayudar a los otros.

Es por ello que hoy he decidido volver a escribir, dejando a mis dedos libres sobre el teclado del ordenador.