jueves, enero 14, 2010


Si fuera posible despertar mañana como un niño cualquiera, daría todo lo que poseo para verme madrugar en aquella pequeña casa donde crecí.

Este 6 de enero que acaba de pasar, seguro muchos niños y niñas despertaron nerviosos e impacientes. Los reyes magos habrán hecho su trabajo de forma precisa y rigurosa. Cada seis de enero sucede el ritual. Recuerdo la ilusión quebrada con siete años y las migajas que de ella todavía albergo, sin importarme la mentira con la que mis padres la cultivaban cada año, vivo de igual forma uno de los días más entrañables que el calendario anuncia.

Si fuera posible unir esas pizcas de ilusión que cada uno de nosotros conserva todavía, viviríamos en un mundo mucho mejor, sin tanta mierda que nos atormenta. Dejamos atrás un año duro, para muchos. Sé que muchos terminaron el 2009 con mucha alegría, depositado todas las ganas en este recién estrenado 2010.

Tenemos todo el año para consumir las sonrisas, debemos hacerlo sin dudar.

Mañana debemos ser un niño más y levantarnos con esa misma ilusión, porque pronto las cosas cambiaran a mejor.

En el primer minuto de este 2010, desde mi cama cerré los ojos y observé cada uno de los 365 días recién caducados. Pedí, respirar de nuevo la ilusión de amigos y amigas. La ilusión de este mundo que ha madurado con el descuido de cultivar algunos sueños, que confío se cumplirán en breve.

Confío en ti… confío en mi…

Le pido una Oración por to
da la gente que esta sufriendo en Haití.

Amen!

1 comentario:

Raúl dijo...

Me encató la reflexión, y también que hayas puesto el dibu que te hice. =)