Cómo duele tu ausencia, tu desgana y tu apatía. Cómo duele la sinceridad vaga a falta de mentiras piadosas. Cómo duele verte escapar. Como duelen los ojos cerrados, los suspiros atrapados, el ánimo desanimado y la ilusión desilusionada. Cómo duele la soga imaginaria que amarran tus alas. Cómo duele el amor por costumbre y la devoción al (re)trato. Cómo dueles amor mío.
Que ya no duela.
El silencio dice más de lo que dirían millones de palabras.
Palabras que hilvanadas saben siempre donde herir, donde ir a matar.
Mi alma respira cansada.
Mientras tanto "ellos" me juzgan.
Me dicen lo mal que eres y no entienden lo bien que eres a mi vida. O quizás solo sea la ilusión de mi alma desesperada que no se da cuenta de la tormenta
En mis tierras la guerra no cesa. Y los lobos ocuparon la fortaleza de mi mente.
Los errores pesan.
Mi alma no entiende de verdades rudas. Solo quiere tus manos valientes. Consientes de la pena.
Nada se mueve.
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Por qué me cuesta tanto dejar de intentarlo?
