Y en una tormenta de personalidades, lo que queda, lo que permanece, son los cimientos, esos duros y rocosos cimientos, las columnas que forman la esencia del yo, lo que realmente somos y alrededor de lo que construimos nuestras vidas. Eso permanece inalterable con el paso del tiempo y de las personas.
Afortunadamente.
Porque a veces, en esos momentos de dudas, de no saber, de buscarse a uno mismo, nos encontramos en ellos.
Porque hay que construir sobre ellos, y no a su lado.
Yo he cambiado a mucha gente, y mucha gente me ha cambiado a mí, pero los únicos cambios que han perdurado, son los que han hecho sobre mis cimientos. A esa gente, gracias, ahora y siempre serán parte de mi vida. Y yo, bueno, yo solo espero haber sabido construir sobre los cimientos de los demás.

2 comentarios:
Mientras lo que se modifique en los cimientos sea para bien y no para mal esta bien.
las personas siempre llegan al lugar exacto a la hora en la que las estan esperando
Definitivamente coincido contigo Elithian.. las cosas siempre pasan en el momento justo y las personas en el momento adecuado. =)
Solo que muchas veces no nos percatamos de la perfección de esta vida y dejamos de lado todo para embotellarnos aun mas y más.
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