jueves, diciembre 07, 2006

Ave Fenix



Últimamente en estos días me desconozco, he sido presa fácil de muchas circunstancias que me ponen en jaque. Me veo a mi mismo y no reconozco a ese Príncipe, me veo al espejo y veo que la imagen a cambiado, que hoy me cuesta mucho trabajo ver mi reflejo, sobre todo el de mi corazón. No se porque han tomado esos rumbos mis ideales, mis pensamientos, mi tolerancia y sobre todo mi esencia.

Nadie logra entenderme o más bien no logro hacerme entender, he estado en una constante lucha con mis sentimientos, con mis ideas, las cuales no fluyen como fluían y por consiguiente no logran entenderme los demás.

Creo que esta temporada todo me ha salido al revés, he querido portarme mal y salgo perdiendo, me he portado bien y salgo perdiendo, ¿será que el universo esta conspirando contra mí?

Creo que es momento de descansar y dejar de fluir todo lo malo, desintoxicarme, reflexionar y reparar los daños, y resurgir como el ave fénix. Tengo que hacerlo por salud mental, emocional, espiritual y física.

Quiero volver a ser capaz de llenar este lugar de estrellas, de escribir en el cielo “Te amo”, de tocar las nubes con las yemas de mis dedos, de volver a leer los ojos de las personas confundidas, de escribir versos de amor que solo yo entienda. Quiero…si eso quiero.

Quiero pedir perdón a aquellas personas que les hice daño, las que creyeron en mi y de alguna manera defraude, si, lo se…Un príncipe jamás pediría perdón, pero quiero recuperar la humildad que se me ha escapado.

Quiero darle las gracias a aquellas que siguen creyendo que soy inmortal, aquellas que me leen, que me dejan sus mensajes, aquellas que me sonríen, que me escuchan y sobre todo a aquellas que me enseñan lo bonito que es vivir apasionadamente.

Hay tantas personas que quisiera darles un abrazo, pero que desgraciadamente no están físicamente, pero desde aquí, te lo envió envuelto en besos de colores que filtran mis mejores deseos. Gracias a Emilia que siempre me deja comentarios, a Alejandrilandia que me sigue soportando, a Gerardo, a Ulises, a mi Miga que sigue al pie, a Nacho, a Pepe, a Jorge, a Carlos (UnderDog), a Fer, a Carlos (Tlaxcala), a Joseph y a todos aquellos que se me escapan de mi memoria.

Perdón Alonso.

Hoy, los momentos continúan y cada vez se renuevan, la vida tiene alas y cuernos que me señalan hacia donde debo ir, sé que muchas veces no les hice caso y otras sí, pero lo prefiero así, tan inconcluso que me permite equivocarme para poder aprender, cambiar mi rumbo extendiendo mis alas y retomando el vuelo a lo desconocido.
Y ahora sonrían…¡sucedió!

1 comentario:

Alejandra dijo...

Y espero que por mucho tiempo te siga soportando, gracias por estar ahí siempre aunque a veces no llegues...
Te quiero Principillo con cara de cuete.