Tendré...

Tendré que aprender a decir de nuevo todas aquellas palabras bonitas. Tendré que aprender a caminar de nuevo. Sin ropa y sin zapatos, que más da si todo ahora es perfecto. Que más da, si llueve o hace un calor tan intenso que parece que mi piel se vaya a fundir entorno a mis huesos. Huesos rotos, pero que siguen siendo fuertes. Fuertes como troncos de árboles centenarios que con más o menos suerte han resistido a tormentas interminables.

Tendré que aprender a guardar silencio el día de mi propio funeral, quizás para alguien yo ya este muerto, destruido. Pero en mi hay algo encajado en mis pulmones.
Ahora me siento vivo.