Grito tu nombre y estalla la luna. De sus trocitos construyo tu figura y te como en mordisquitos Principescos.
Tu en insubordinación rebelde te camuflas para siempre.
Ahora, sacrificada la luna, exiliado tu nombre, las noches son frías y oscuras. Yo sé que sigues cerca de mí, allí dentro, pero no te dejas ver. Mis ojos ya no te encuentran, te muestras invisible, pero yo aún te sigo sintiendo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario